martes, 28 de julio de 2009

Yet Again

Otra vez suena el telefono, otra vez tu ilusión, tu mirada perdida queriendo parecer despreocupado, solo queriendo. No te despreocupa, te sobre-ocupa. Otra vez la mirada acierta, y otra vez, la decepción.

Toda esa calesita, toda esa vuelta y vuelta, donde el paisaje es siempre el mismo y lo único que cambia es tu ilusión de ver a esa persona, parada, otra vez en el mismo lugar. Te aburre, muchas vueltas aburren. Siempre es así, la abundancia aburre. Querés que pare y ver las cosas de otro punto, ser vos el que vea como giran los muñecos de la calesita, como otros hacen lo mismo que vos hacías. Pero los ves, tan felices, riendo, experimentando esa emoción que vos experimentabas minutos antes de haber decidido abandonar todo. Y ahora sos vos el que quiere las vueltas, vos querés volver a girar, o que todo gira en torno al mismo punto, y volver a sentir eso.

Y las emociones se repiten, una y otra vez, lo querés, los tenés, te aburrís, lo dejás, lo querés de vuelta. Te cansa la repetición, pero más no podés pedir. Pero tampoco quedarte con tan poco, pero que vas a reclamar, si vos no dás nada. Que vás a dar, si no te dán nada. Y que te van a dar, si vos nunca pedíste nada.

Queriendo simplificar las cosas terminamos haciendo un calvario de ellas. A veces me gustaría saber si tan mal estoy haciendo las cosas, solo a veces. Solo a veces quisiera un punto de vista objetivo que viera las cosas neutras, sin un punto de vista, por más irónico que suene. Pero soy de las personas que no nos gustan escuchar la realidad. O tal vez sea yo sola que no quiero ver de verdad como son las cosas. que me gusta seguir en mi ignorancia, creyendo que todo se puede arreglar.

No te culpo Naturaleza, es culpa mía, pero debo de haber sido flor de perra en alguna otra vida si es que existen.



No hay comentarios: